La serie la protagonizaban Roger Moore (sobradamente conocido del público en aquellos momentos por su papel de "El Santo"), cómo Lord Brett Sinclair, y una figura del celuloide, Tony Curtis, cómo Danny Wilde, una pareja de play-boys millonarios, pero con muy distintos orígenes.
El papel de Tony Curtis fue ofrecido a Rock Hudson que lo rechazo. Como segunda elección se optó por Glenn Ford que también lo rechazó. Una lista de candidatos se solicitó a continuación, de ABC. Tony Curtis acordó el proyecto de la serie y voló a Inglaterra en abril de 1970 para comenzar el rodaje de la serie.
Sinclair, de familia noble y exquisitos modales, prototipo de la elegancia inglesa, que se ve forzado a formar tándem con Wilde, nacido en el marginal Bronx neoyorkino, ascendido desde los bajos fondos hasta convertirse en un magnate petrolífero.